La atención urgente requiere, ante todo, oportunidad y calidad humana

Si algún servicio de salud necesita calidad humana, empatía y oportunidad, es un servicio de urgencias, donde la persona llega con su máximo nivel de angustia y sufrimiento en que lo ha colocado la enfermedad, la violencia, o un hecho no esperado. En esos momentos todos esperamos un buen samaritano, que sepa mirar, detenerse, compadecerse y actuar, actitudes que definen la figura ética de aquél que sabe "aproximarse" a la humanidad caída a la vera del camino.

Sin este mirar, compadecerse, acercarse junto al enfermo, es imposible un encuentro sanador. El Buen Samaritano no sólo se detiene junto al enfermo, sino que hace todo lo posible para prestar una ayuda eficaz y para ello pone al servicio del enfermo todos sus recursos: su saber, valores, bienes, pero sobre todo su tiempo y su corazón.

Que el Señor detenga nuestros pies frente al necesitado o enfermo, que nos de unas manos que curen y consuelen, pero sobre todo un corazón que ame, porque: "Es a Cristo a quien servimos en el enfermo" Marie Poussepin.

Hna. Blanca Aurora Marín Hoyos
Coordinadora Servicio de Pastoral

Clínica el Rosario 

La cirugía bariátrica: Una transformación de vida
Servicio de ginecología - Sede Centro
 

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