Alimentación complementaria

La alimentación complementaria (AC) se considera un proceso por el cual se introducen los alimentos líquidos o sólidos diferentes a la leche materna o formula infantil.

¿Cuando comenzar?

Lactancia materna exclusiva, a los 6 meses

No lactancia materna entre 4 – 6 meses

Es conveniente que el organismo tenga la maduración necesaria a nivel neurológico, renal, gastrointestinal e inmune. Se requiere presentar un interés activo por la comida, desaparición del reflejo de extrusión (expulsión de alimentos no líquidos con lengua), se capaz de coger comida con la mano y llevarla a la boca, mantener postura de sedestación (sentado) con apoyo.

¿Qué alimentos utilizar y con qué secuencia?

No hay alimentos mejores que otros para empezar, aunque se recomienda ofrecer de manera prioritaria alimentos ricos en hierro y zinc.

Introducir los alimentos de uno en uno con intervalos de 3 días para observar tolerancia y aceptación.

No añadir sal ni azúcar.

No usar miel antes del año de vida.



Gluten: entre 4 y 11 meses, idealmente alrededor del sexto mes y en pequeñas cantidades.

Frutas y verduras: introducción progresiva de toda la variedad de frutas y verduras disponibles.

Se recomienda el consumo de fruta entera, la ingesta elevada de zumos de frutas puede contribuir a sobrepeso, escasa ganancia de estatura al desplazar el consumo de otros alimentos.

Cereales: preferir harinas integrales. Se pueden introducir en polvo disueltos en leche, añadidos a puré, en forma de arroz, pan, pasta, arepas o tortas de maíz, quinoa o avena. Se pueden diluir en la leche materna, no sustituir leche materna por leche de fórmula para dar cereales. Se desaconsejan aquellos cereales que contengan miel o azúcares añadidos.

Alimentos ricos en proteínas: carnes rojas, pollo, pescado, mariscos, huevos y legumbres. Se pueden ofrecer en forma de puré, cocinados, desmechados o en trozos en lactantes mayores. Ofrecerlos diariamente.

Alimentos ricos en hierro: carne roja, yema de huevo, cereales enriquecidos con hierro. Otras fuentes de hierro de origen no animal: lentejas, frijoles, frutos secos (triturados, molidos o en forma de mantequilla, NO enteros) brócoli y algunos tipos de pan.

Lácteos: 6 a 12 meses leche materna alimento principal, mantener a demanda. Si realiza 4 a 5 tomas de pecho al día, no requiere otras fuentes de lácteos. Se puede ofrecer yogourt natural o queso desde los 9 meses, leche de vaca entera a partir de los 12 meses. En caso de lactantes no amamantados, dar formula de continuación, se recomienda mantener al meno dos raciones de lácteos diarios (aprox 500 ml/día – 16 onzas)

Sal y azúcares: la OMS recomienda consumo de menos de 5 g de sal al día (2 g de sodio) para niños mayores de 2 años y adultos, por lo que no debe incluirse en la alimentación de los bebés.


¿Cuanta cantidad?

Se inicia con porciones pequeñas que van en aumento conforme crezca el niño. Los cuidadores eligen comida nutritiva, sana, segura, cuando (horario) y donde (comedor, en familia) comen, el lactante decide que se come y cuanta cantidad. Más que centrarse en una cantidad concreta es importante la variedad, disponibilidad y establecimiento de hábitos.

"SE VALE DEJAR"

¿Cómo ofrecer los alimentos?

Consistencia: en forma de papillas, triturados, nunca licuados, comenzar con texturas grumosas y semisólidas lo antes posible, no después de los 8-9 meses.

A los 12 meses ya puede consumir el mismo tipo de alimentos que el resto de la familia, con cuidado de sólidos con riesgo de atragantamiento.

Aspectos clave:

-Ambiente familiar agradable.

-Evitar juegos y pantallas.

-Evitar castigos y regalos en relación con las comida.

-Alimentos con grasas no saludables, sabores salados y dulces son hiperpalatables (saben rico) modifican las preferencias alimentarias, rechazando frutas, verduras, alimentos integrales.



Dra. Cristina Osorio V
Pediatra
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